El Estado antimperialista en
una acción progresiva va conciliando las diversas expresiones de carácter
productivo, se dirige hacia una nueva forma de organización social, la que se
desarrolla mediante una vasta y científica organización asociativa,
principalmente cooperativa, así como mediante la adopción de una estructura de
democracia funcional basada en las categorías del trabajo.
Por ambos medios el Estado
realiza la obra de ir hacia otro sistema económico de tipo funcional de planificación
democrática y concertada, que debe coronarse para ser eficiente y completo con
el Congreso Económico Nacional como expresión de un nuevo Poder del Estado: El
Poder Económico.
Esta nueva organización social
y económica tiene como fundamento el Estado democrático o de derecho, en donde
el Poder Económico debe necesariamente ser constituido como expresión
cualitativa de las clases productoras en tanto se refieren al Trabajo, al
Capital y al Estado.
Este nuevo Poder Económico, es
aquel que el aprismo genuino llama el CONGRESO ECONOMICO NACIONAL que realiza
la fundamental tarea de la Planificación Económica, Democrática y Concertada.
Dentro de éste concepto en el
que se plantea formas de representación democrática del ciudadano como cantidad
(democracia política) y del ciudadano como calidad (democracia económica)
radica, como es de verse, como fundamento de la democracia integral.
Ahora bien, estos
planteamientos nos permite inscribir al aprismo como una filosofía política de
izquierda democrática, en contraposición a todo tipo de postura política
conservadora o reaccionaria, pues el aprismo propugna la gran transformación y el verdadero cambio; así como, contra toda
clase de acción supuestamente revolucionaria que vaya en pos de la justicia
social con sacrificio de la libertad o que pretenda realizarla a través de la
destrucción del país.
Por eso, nuestra lucha es por
la justicia social, pero también por la libertad, por lo que no aceptamos ni
aceptaremos ninguna clase de dictadura o tiranía, ya sea de arriba o de abajo.